jueves, 25 de febrero de 2010

¿Duele a los ojos?


Lo que más ha socializado al ser humano, en mi opinión, es la televisión. Yo soy niña de tele. La primera que vi en mi vida fue cuando tenía menos de cuatro años y mantengo en mi memoria imágenes incongruentes y dispares así como, algunas de Hawaii 05, locutoras cuyo nombre no recuerdo, Escala en HI FI y sobre todo partidos de fútbol. En mi casa se celebró mucho cuando instalaron la cajita tonta... la pusieron en un rincón del comedor pero la puerta se cerraba así que, mi hermano y yo sólo la veíamos el fin de semana. Con el tiempo, como mi habitación estaba justo delante del comedor, cuando mis padres después de cenar se instalaban en sus sillones para disfrutar del espectáculo, yo me tiraba en el suelo del pasillo para poder ver por la rendija de la puerta... algunas veces se dieron cuenta claro, pero se hacía los tontos durante unos minutos y después uno de ellos decía en alto: "Bueno, voy al lavabo, ahora vuelvo" Y me daban tiempo para arrastrarme y volver a la cama. Eran horas tempranas por lo tanto, no repercutía en mi descanso. Hay que ver las cosas que hacemos los padres... qué ternura me produce...
Los años fueron pasando con rombos en los ángulos de la pantalla, con programaciones contenidas en el fondo y en la forma. Con secunderos marcando el tiempo dando inicio a los telediarios. Con una UHF mítica. Con una "Despedida y Cierre" a horas más que prudentes. Con un cartel que llenaba toda la pantalla cuando había avería: "Rogamos disculpen... en breves momentos se reanudará la emisión"
Hubo años en los que, de forma contundente, la gente reivindicó cultura y buenos ejemplos para sus hijos y se quejaban de la violencia de algunas series americanas.
El relato podría seguir pero lo voy a abreviar...
Hemos llegado al colmo, por ejemplo al del músico: que su mujer se llame Tecla...
El ser humano occidental, viviendo en la opulencia si hacemos una comparativa con medio mundo, se ha acostumbrado a los derechos, al paternalísmo del Estado, a las subvenciones, al placer del consumismo, a ignorar qué sufren otros a cambio para facilitarnos la vida que tenemos... y sí, todo ello es lamentable. Pero también, somos los que tenemos que asumir los errores de los que dirigen esa vida tan espléndida que nos han vendido. Y encima, nos están haciendo creer que, si compramos un pantalón hecho por niños desnutridos y explotados, somos unos desalmados. O, también, nos califican de irresponsables si usamos un producto que hace más grande el agujero de ozono. Por no hablar de los que no usan gasolina sin plomo... en fin, es una larga lista que todos conocéis.
La televisión ha sido el canal por el que nos han dominado totalmente.
Cuando convenía asustarnos, películas de guerra al canto...
Cuando conviene inclinar la opinión hacia algo, pues sesiones extras subliminal y/o directamente. Sin saber lo que era un Lobby y ni siquiera sin saber en qué partes del mundo se hablaba inglés, ya estábamos siendo influidos por el mayor de todos ellos: la televisión.
Han emitido guerras en directo, suicidios, sexo, engaños, robos, supuestos milagros, terremotos... hemos visto de todo y, poco a poco, aquellos que se quejaban de palabras mal sonantes y algunos puñetazos o disparos, se han convertido en consumidores de la mayor de las bazofias que una persona puede soportar, como es la vulgaridad, la ordinariez y la estupidez hecha bandera e icono de una nueva era cultural.
Siempre hablando, como es natural, desde éste lado del mundo, donde hay un "estado de bienestar" que permite no morirse de hambre, de sed o de enfermedad, claro. Los demás ya tienen bastante con seguir respirando, y no pierden el tiempo en chorradas como las que nos preocupan a nosotros.
El colmo de los colmos para TVE1 a día de hoy ha sido: John Cobra.
Pero las demás cadenas también tienen los suyos, ya que nadie se escapa.
Amparándose en estadísticas de audiencia y preferencias de los usuarios, la televisión es una mierda. Así, sin eufemismos: una gran, descomunal, enorme, gigantesca mierda.
Antes, cuando queríamos educar a nuestros hijos con valores de respeto y cortesía, nos ofendían las palabrotas, los tacos, las frases groseras. Ahora, si en un programa alguien no las dice, pensamos que son blandos y permisivos. Antes, si alguien se metía en la vida de su vecino o de su jefe, se le consideraba cotilla, vulgar y maleducado. Ahora, la gente cobra por contar cuándo hace pipí el famosillo de turno y si es aficionado a los pedos. Antes, la gente escondía sus relaciones discretamente porque no quería ser considerado un (o una) bala perdida incapaz de tener estabilidad y equilibrio en su vida. Ahora, si no cuentas qué te dice al oído el amante de turno no eres nadie. Antes, la educación, los buenos modales, la cortesía, el saber escuchar, la empatía, la sencillez, la sinceridad y el buen gusto, eran cosas de cada día. Hoy, la vulgaridad, la ordinariez, la falta de dignidad, es cosa general y valorada en positivo.
Me he quedado atascada en el pasado, no hay duda.
Y diré más:
No me siento responsable del cambio climático porque, si hay productos que lo dañan, no soy yo quien los fabrica y se beneficia.
No me siento responsable de la explotación de los niños ni de las mujeres en el mundo porque no soy yo la empresaria que toma la decisión de ganar más y más a costa de las mujeres y los niños que se mueren de hambre.
No me siento responsable de la crisis porque desde pequeña, en mi casa me enseñaron que si gasto más de lo que tengo acabaré debiendo más de lo que podré pagar. Además, no he sido yo la que ha inventado el sistema terrorífico que nos ha traído hasta este punto. Y mucho menos, la que lo ha impulsado y puesto en marcha.
No me siento responsable de la política que vivímos porque, como todos, tengo una memoria universal que me ayuda a detectar la injusticia y, como todos, puedo decidir tomar parte de ella o rechazarla.
No, no me siento responsable de los "males del mundo", pero me veo obligada a gritar que, estamos llenos de mierda y encima, nos está gustando.
Como ya he dicho, en mi opinión, nadie se libra de la nueva tendencia cultural.
ORDINARIOS
GROSEROS
VULGARES
MEDIOCRES
CUTRES
GROTESCOS
MIERDECILLAS...
(¿Duele a los ojos? )
Queralt.

viernes, 19 de febrero de 2010

¿Ya tienen al sucesor?

La llaman "la peineta"

Es la segunda vez que utilizo un vídeo de esta gente. He meditado sobre ello y al final he decidido que merece la pena ponerlo aquí y ahora, para que quede más claro que nunca, lo que es manipular...

Señor José María Alfredo Aznar López ...

Usted no es digno de presentarse o de ser presentado. Y mil obras, que no amores, hablan por usted... y hablan muy mal. Con muy mal olor, con mucha sangre y muchas lágrimas. Usted se pasó por el flequillo la opinión pública en momentos muy duros y trascendentes. Usted ha contribuido y colaborado a que éste mundo, y no otro, sea más duro, más cruel, más peligroso, más obsceno, más miserable... y usted, no se avergüenza de ello. Tiene motivos para arrastrar una feroz depresión y no salir de su hole/home pero, lleno de soberbia y prepotencia, se pasea por "su" mundo afín dando lecciones y pavoneándose de algo que no llego a entender...

¿De qué se siente usted maestro?

¿De qué se siente usted orgulloso?

Aquí tiene a una persona que se avergüenza del personaje que usted interpreta tanto hoy como ayer. Ya lo he dicho en otras ocasiones pero no me importa repetirlo: le respeté a usted porque fue el presidente de todos los españoles durante un periodo de tiempo, aunque nunca me sentí representada sino, como ya he dicho, profundamente avergonzada... y ojalá no tuviera que seguir diciéndolo.

Usted no puede obligar a la gente a quererle ni a aceptarle por su cara bonita pues, ni todas las clínicas de belleza, le arreglan a usted el careto. Usted, no puede esperar ni exigir que se nos olvide lo que supuso su paso por La Moncloa.

Usted tiene adeptos, claro que sí. Y sus adeptos, tienen el mismo derecho que yo a opinar y a defender sus ideas. Lo lamentable, a mi juicio, es todo lo que representan usted y sus adeptos. Eso tampoco pueden evitarlo. Y me refiero al hecho de que, los que no somos como ustedes, nos demos cuenta de lo que llevan arrastrando...

En mi opinión, ustedes, todos ustedes, adeptos, acólitos y gerifaltes de poco pelo y mal puesto, tienen mucho que aprender de política, de educación, de honestidad, de lealtad, de justicia, de derechos humanos, de cortesía, y sobre todo de democracia, que engloba todo ello y mucho más. Ustedes tienen un legado, una herencia, un pasado al que no están dispuestos a renunciar y ahí es donde se les trasluce lo que son.

Han tenido que pasar un montón de años para que muchos, tengamos que reconocer nuestro error:

La generosidad de la *sociedad española, allá por los tiempos postreros del dictador y asesino, les llegó como un regalo, como una sorpresa envuelta en papel de seda. Y han demostrado a pulso que no se la merecían. Porque ustedes, en lugar de callarse discretamente y dejar que las cosas se colocaran en su sitio (al final acabarán poniéndose en su lugar aunque intenten evitarlo durante siglos), en lugar de ayudar a vivir en un país estable y sano, en lugar de aprender lo que es el respeto y la lealtad, lo que hacen es desestabilizar y sembrar dudas de todo y de todos. ¿Así es como aman ustedes a "su" España? ¿Destruyendo la paz y la convivencia? ¿Traicionando el honor y la verdad?

Les deseo que ganen las próximas elecciones. Con su Don Mariano incluido o usted al frente, si es que se deja halagar hasta replantear la necesidad. Y lo deseo de corazón porque, aquella sociedad española generosa y llena de moratones ayer, se ha convertido en una sociedad cómoda y olvidadiza que solo se preocupa de consumir y de criticar sin analizar.

Todos somos ya mayores y se espera de nosotros responsabilidad, educación, cultura y coherencia. Deberíamos ser maduros y equilibrados. Pero no lo somos.

Ganen las próximas elecciones, por favor. Acabemos de una vez con esta desvergüenza. Háganse dueños y señores de las españas y mantéenlas como plazcan. Vuelvan ustedes a hacerse dueños por derecho divino de sus pribilegios y sometan a la gente a sus conveniencias. Enséñennos de nuevo a rendirles pleitesía y a callar, porque somos ignorantes.

Una vez que lo hayan conseguido, ¿quién será el nuevo dictador? ¿Ya tienen al sucesor?

Me voy a vomitar...

Queralt.

*Sociedad española: léase, la mayoría inmensa de la gente en España, damnificados del dictador asesino y con mucho que reprochar y reclamar.

lunes, 15 de febrero de 2010

Si se pueden hacer guerras y matar, ¿cómo no se van a poder secuestrar hechos?


Texto del “Manifiesto por la Justicia de Baltasar Garzón”

El juez Baltasar Garzón ha ejercido una justicia continuada y valiente durante veinte años en la Audiencia Nacional, comprometida con la defensa de los derechos humanos en España y en el mundo contra dictadores, terroristas, corruptos y enemigos de la democracia.

El juez Baltasar Garzón ha sido uno de los principales promotores del desarrollo en España del principio de Justicia Universal.

El juez Baltasar Garzón es víctima de una campaña promovida por sectores de extrema derecha, Falange Española y el sindicado fascista Manos Limpias, con una sorprendente connivencia de algunos sectores progresistas.

El proceso contra el juez Baltasar Garzón es en realidad un juicio sumario contra los defensores de la Democracia, la Justicia y los Derechos Humanos y a favor de la impunidad de crímenes muy graves de carácter internacional.

El juez Baltasar Garzón está siendo juzgado por una sala del Tribunal Supremo en la que la mayoría de sus miembros juraron lealtad al Movimiento Nacional del franquismo.

Una sentencia adversa al juez Baltasar Garzón, tras agotar las instancias judiciales españolas, acabaría probablemente con una superior sentencia condenatoria del Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra el Estado español.

El juez Baltasar Garzón representa el modelo de justicia basado en la defensa de los Derechos Humanos conforme con su Derecho Internacional que millones de ciudadanos y víctimas reclaman en todo el mundo.

Ya en 2008 el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas recomendó al Estado español la derogación de la preconstitucional Ley de Amnistía de 1977.

Este caso vuelve a demostrar la necesidad de la Justicia Internacional. Incluso España, el país que intentó procesar al dictador Pinochet, es incapaz de juzgar su propia dictadura. Y quien lo intenta, es juzgado por ello.

Por vergüenza ajena, por justicia, por honestidad, por nuestros derechos... hay que apoyar a éste hombre...
Queralt.

sábado, 6 de febrero de 2010

La VERDAD...


La Verdad...
Verdad, hermosa palabra... compañera, muchas veces, del perdón...
Pero, ¿qué es la VERDAD?
No, no quiero que contestéis... sólo es una pregunta retórica...
No quiero disertar ni tampoco que otro lo haga.
En el fondo, me importa una mierda lo que sea que quiera decir la palabra verdad porque, ¿para qué sirve saberlo, si no puedes adivinarla?
Lo que me importa, es saber dónde se quedó atrapada...
Quiero rebuscar hasta encontrar ese momento oscuro en el que me quedé huérfana de la verdad.
¿En qué soñaba yo por esos días?
¿Qué comía, qué buscaba, qué esperaba?
¿Cuáles eran los motivos que me mantenían adicta a las aspirinas?
¿Cuántas veces adoré, escuché, besé... mientras la verdad partía?
¿Cuántas, mis risas llenaron mi vida y la vida?
¿Dónde, en qué momento se compinchó la verdad con las mentiras?
¿Qué sonido debió despertarme?
¿Qué gesto, alertarme...?
¿Dónde, buscar las pistas?
¿En una mirada?
¿En más risas que no eran mías?
¿Por qué no sonaron las campanas de las iglesias?
No repicando a gloria... sino con el cansino estremecer a muertos...
La muerte de la verdad es tan triste como la muerte de la inocencia.
Ya no amanecen igual los sueños... y las noches son largas, como los días.
Quiero saber cuando dejó de ser cierta la verdad, sólo éso.
Pero, ¿acaso fue la VERDAD primero?
Mientras, la única y auténtica verdad que estoy viviendo, es que mi amigo, se está muriendo.


Queralt.

Sobre las autorías:

La mayoría de las fotos que ilustran este blog las he recogido en la red y son anónimas pero, si alguien se siente vulnerado en la autoría de alguna de ellas, no tiene más que decirlo y serán suprimidas o, se hará constar el nombre de su autor.

Mi Kay, mi perrita...

Mi Kay, mi perrita...