jueves, 13 de enero de 2011

Confieso que estoy pecando...

Juro que me ha costado... reprimirme, controlarme, aguantarme, sosegarme... hasta pensé en dejar todos mis blogs para no tener que pasar por ésto... pero al final, aquí estoy, para gritar, quejarme, patalear y principalmente, para confesarme...
Después de las fiestas, las cuales espero hayan sido fantásticas para todos vosotros, y después de conseguir una cierta organización en mi vida, acabados los viajes y las sorpresas, tenía que retomar la buena costumbre de compartir aquello que me llama la atención pues, qué sería un blog si no lo hiciéramos...
Sin embargo, no llegaba el momento, no encontraba las palabras, no podía ordenar mi mente tanto, como para decir lo que quiero, con la misma tranquilidad que lo hago siempre. Y, como no mejora mi situación sino más bien, cada día estoy más cabreada, he decidido que hoy es el día.
Vengo a confesar que según dicen, creo que soy homicida por querer "cargarme" a la gente que mira cómo fumo.
Me gusta fumar, aunque siempre estoy con el proyecto de dejarlo. Por muchos motivos, pero también por ser coherente con mis ideas ecológicas. Pero me gusta fumar. Y, siempre, he sido muy educada porque, aunque me guste, si en los sitios en los que estaba había alguien a quien le molestara el humo, no encendía el cigarrillo. Y siempre he respetado los lugares donde hubiera enfermos, niños, comida, en los coches ajenos, etc.
Me acusan de enfermar a otras personas.
Me acusan de contribuir a un gasto desorbitado del Estado.
Me acusan de dar mal ejemplo.
Me acusan de muchas cosas por defender mi derecho a hacer lo que quiera.
"¿Lo que quiera? Señora, si lo que quiere hacer perjudica a los demás, tendrá que aguantarse..."
Y me aguanto, ya lo creo, porque no puedo hacer otra cosa pero, también confieso que, allá donde voy, informo al encargado del establecimiento que, si se declara insumiso, cuente con mi firma y mi DNI.
Lo peor de todo, es que coincido con los PPeros. Sinceramente, es lo que más me cabrea pero, es lo que siento. ¿Éso quiere decir que me voy a cambiar la chaqueta?
¡¡¡NUNCA!!!
¡¡¡Pero manda güevos!!!
Mis argumentos son sencillos: no soy perfecta, tengo vícios, entre ellos, fumar. Camel, a poder ser. Y, reivindico el derecho que tengo a decidir lo que es bueno o malo en mi vida.
Agradezco sin embargo, la información, las campañas en contra de las adicciones, la educación que preserva la salud, la defensa del medio ambiente, el gasto contenido de enfermedades que se pueden controlar, las buenas intenciones de aquellos que me quieren bien, los consejos médicos, ya lo creo que lo agradezco. No faltaría más. Ni menos.
Gracias.
Pensaré en ello... como siempre. Pero, mientras lo voy haciendo, exijo que empiecen a prohibir el alcohol y el resto de drogas que crean adicción, los aditivos alimenticios que son cancerígenos y los conservantes, los tubos de escape de la mayoría de los coches, las fábricas que manipulan productos dañinos contra la salud para ahorrarse dinerito o bien porque no ponen las medidas necesarias a disposición del trabajador; las líneas de alta tensión que aún siguen llenando los campos donde se cosechan los alimentos que ingerimos, etc., etc., etc. Pues, quiero hacer notar que ésas circunstancias, también enferman a la gente y luego el gasto sube y se desorbita. Sí, ya sé que todo éso está prohibido, pero nadie controla que se cumpla con el rigor que se ha gestionado y se está llevando a cabo ésta ley contra el fumador.
¡Que lo hagan!
Y ya que estamos puestos, que hagan el favor cuidar a todos los enfermos tanto como están cuidando al "enfermador". Porque, mientras se ocupan de nosotros, muchos se mueren por falta de atención o, por mala práxis.
¡Ah! y ya que estoy metida en harina, exijo que el Estado sea coherente y deje de sacar millones del tabaco. Y que quiten el impuesto que le aplicaron a la cajetilla, ya que, según dijeron, íba destinado a la Salud Pública.
Y bueno, abusando de las circunstancias, que dejen de favorecer al que más tiene para ayudar al que menos come...
Sí, ya, ya, demagogia... claro... claro...
(la palabra que se inventó para camuflar las verdades que duelen)
En fin, que estoy muy cabreada.
A partir de ahora, ¡y a mis años! tendré que hacer botellón con mis amigos en una esquina con banco, lejos de colegios, parques, centros médicos, hospitales, y de personas intolerantes. Y de más cosas, supongo, porque la ley no me la he leído.

¿Dónde quedaron aquellos gritos de libertad?
¿Dónde, la gente que gritaba?

Me da igual lo que digan de mi... soy una persona que siempre he defendido la libertad de las personas.

Confieso que estoy pecando. Cada día.

Confieso, que fumo.

Pero aviso: cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar...

Queralt.

Sobre las autorías:

La mayoría de las fotos que ilustran este blog las he recogido en la red y son anónimas pero, si alguien se siente vulnerado en la autoría de alguna de ellas, no tiene más que decirlo y serán suprimidas o, se hará constar el nombre de su autor.

Mi Kay, mi perrita...

Mi Kay, mi perrita...