El Seny... ¿dónde andará?

"Bon Seny"
Libro difícil de conseguir en la época del dictador porque todo lo que encontraron escrito en catalán, fue quemado...
¿Y qué es el "Seny"?
Es, como una marca de fábrica, una característica peculiar y parte fundamental de la idiosincrasia catalana, de la cual nos hemos sentido orgullosos durante muchos años. Siglos, se podría decir.
El mundo se está poniendo del revés. Todo está convulso, sí, pero cuando Catalunya pierde el seny, las cosas están mucho más complicadas de lo que parece.
Muy bien por los jóvenes (y no tan jóvenes), que salen a la calle a reivindicar sus derechos y los de todos; es estupendo que cada uno tenga la posibilidad de dar su opinión y de defenderla.
Ya me conocéis, soy reivindicativa y luchadora así que, no creo que sea sospechosa de querer controlar, de alguna manera, la libertad individual. Pero, por encima de todo, está la ponderación, el equilibrio, la educación, la cortesía, los buenos modos y el buen rollo. Sin ñoñeces, claro. Pero con el talante del moderado que lucha por sus ideas, por sus principios, por sus sueños.
Con seny.

¡Pues que viva!
Claro que sí, que viva España, y todo el conjunto de personas y colectivos que la conforman...
España...
Sí, somos españoles nacidos en cualquiera de sus comunidades, ya lo sabemos pero, ¿por qué hacer baratijas de la política mezclando las cosas? ¿Por qué seguir enmierdando las ideas y los corazones? Es muy sencillo: hay gente a la que le gustan los toros y otra, a la que no le gustan. A mí, no me gustan y creo que no es parte de mi identidad ni como catalana, ni como española, ni como ser humano. Y me da igual que el torero sea catalán, en serio, es que me da igual, porque lo que no me gustan son las matanzas de los toros... y para mí, no es un arte, porque se me antoja una actuación cruel e innecesaria que huele a rancia.

Dicen que los toreros son valientes... puede que sí, pero es que, no veo la necesidad de ponerse delante de un toro para matarlo, la verdad... para mí, un valiente hace otras cosas. Sin embargo, respeto la afición del que opina lo contrario, ya lo creo. Y respeto a los que pagan por ir a las corridas y puede que hasta me guste de alguna manera, toda la ceremonia que hay alrededor de ellas, pues también me gustan las tradiciones y veo, cada año, cómo se pone la calle Alcalá en San Isidro. Pero el progreso es mucho más que los adelantos médicos o tecnológicos y el progreso de las ideas es necesario para que las culturas avancen. Y no voy a poner ejemplos para no ofender ni molestar a nadie pero, cualquiera puede pensar en unos cuantos sin tardar demasiado.
El motivo de la presente entrada no es para darle lecciones a nadie sino para mostrar mi preocupación, porque se nos ha perdido el seny, y no sabemos a dónde ha ido, y puede que tarde en aparecer y, es muy posible que, contrariamente a lo que está ocurriendo con la polémica de los toros, nadie salga a las calles a gritar para reivindicarlo.
La rauxa es, la contraposición al seny, aunque no necesariamente ha de tener una acepción negativa en sí misma. Como siempre, en el termino medio se encuentra la virtud.
Mucha raixa y poco seny, en cualquiera de las situaciones que la vida nos regala o impone, es una bomba... y en cualquier momento puede estallar... en nuestras narices...

Queralt.