domingo, 28 de julio de 2013

Crueles y malvados...





Detrás de la crueldad siempre hay como mínimo, maldad. Pero también frustración, complejos, inseguridad, falta de valores humanos y ausencia de contenido emotivo e intelectual. Los crueles y los malvados se hacen fuertes impartiendo sufrimiento. Son, tan desgraciados, que no pueden soportar la vida de los demás: sus preferencias, sus gustos, su cultura, su color de la piel, su idioma, su religión, su sexualidad... la ropa que visten o los kilos que pesan. El vídeo que adjunto dura casi veintiún minuto. Es doloroso y cuesta llegar hasta el final pero, lo peor, es que no se sabe cómo acabó el desdichado joven al que acorralaron y vejaron. Ésa es la realidad: que la crueldad campa libremente por el mundo mientras la mayoría de la gente mira para otro lado.


Lo digo muy a menudo: NO HAY NADA QUE JUSTIFIQUE LA CRUELDAD. Nada. El valor de una persona en sí misma, es más grande que la mayor de las riquezas que jamás se pueda atesorar. No hay nada comparable a un corazón latiendo, a una mirada de amor, o al interés de un ser humano por otro que está sufriendo.


Mirar la cara del joven y sentir desesperación es fácil. Percibir su miedo, horrible y doloroso.
¿Quién querría estar en su piel? ¿Y en la de los criminales que lo hacen sufrir? ¿Alguien puede imaginar a su propio hijo en esa situación? ¿Qué haría? ¿Cuánto miedo puede acumular la mente de un ser humano? Y, ¿cuánto tiempo vamos a seguir permitiendo que la crueldad llene el mundo, de todo ese dolor?
Creo que debemos mirar dentro de nuestro corazón y replantearnos muchas cosas.
La estafa que nos han montado ha evidenciado la urgente necesidad de un cambio en el ser humano.
Todo el mundo tiene derecho a ser y sentir en libertad. Y nadie es más que nadie, ni menos tampoco.
¿Por qué la sexualidad es y ha sido tan importante para algunos, a lo largo de la Historia de la Humanidad?
¿Qué aberraciones llenan la cabeza de los criminales que acosan, apalean, vejan y destruyen a otro ser humano, por su condición sexual? El problema está en ellos, pero las consecuencias las sufren sus inocentes víctimas.


Hagamos que todas esas cosas cambien. Con nuestro respeto hacia los demás. Y enseñemos a nuestros hijos con nuestro ejemplo.
Desde aquí, toda mi solidaridad y cariño para éste muchacho, pero también para todos los que no salen en Youtube y sufren las mismas crueldades.
La crisis está en nosotros. Demos un impulso hacia la excelencia en HUMANIDAD...


Queralt Berga.

Sobre las autorías:

La mayoría de las fotos que ilustran este blog las he recogido en la red y son anónimas pero, si alguien se siente vulnerado en la autoría de alguna de ellas, no tiene más que decirlo y serán suprimidas o, se hará constar el nombre de su autor.

Mi Kay, mi perrita...

Mi Kay, mi perrita...