El discurso institucional del jefe de la banda hoy, por motivo del
aniversario de la
Constitución, no ha sido un homenaje sino una ofensa a la
propia Constitución y a todos los españoles.
Me siento ofendida, ninguneada, demonizada y traicionada.
Lo digo muy alto y muy claro, porque estoy harta de ver contemporizar entre sonrisas a los que deberían defendernos. Hay que gritarlo, hay que decir sin miedo que, lo que nos están haciendo, es un golpe de estado, lento y disimulado. Por favor, dejad ya de tomaros la realidad a la ligera, no penséis que las cosas van a mejorar solas. Nada cambia o se mantiene sin esfuerzo, sin sacrificio, sin decisión, sin perder el miedo.
Están desmantelando el Estado para convertirlo en su pocilga. ¿No lo veis?
No debemos conformarnos con las migajas de sus mentiras, ni con la esperanza del advenimiento de la razón y la justicia... porque nos están robando el futuro, y están anulando la honradez y la dignidad poco a poco, muy despacio, para que no nos demos cuenta.
Ya no quedan cauces por los cuales el ciudadano pueda participar en las decisiones de su comunidad. Las personas de hoy hemos pasado a ser, lo que ayer fueron nuestros padres y abuelos: gente sin derecho a hablar, a manifestarse, a tener opinión.
Les quedan pocas cosas por derogar, eliminar, vender, cambiar... los estamos dejando... ellos están ganando.
Mientras nosotros pasamos hambre, ellos viven como siempre o mejor.
Me siento ofendida, ninguneada, demonizada y traicionada.
Lo digo muy alto y muy claro, porque estoy harta de ver contemporizar entre sonrisas a los que deberían defendernos. Hay que gritarlo, hay que decir sin miedo que, lo que nos están haciendo, es un golpe de estado, lento y disimulado. Por favor, dejad ya de tomaros la realidad a la ligera, no penséis que las cosas van a mejorar solas. Nada cambia o se mantiene sin esfuerzo, sin sacrificio, sin decisión, sin perder el miedo.
Están desmantelando el Estado para convertirlo en su pocilga. ¿No lo veis?
No debemos conformarnos con las migajas de sus mentiras, ni con la esperanza del advenimiento de la razón y la justicia... porque nos están robando el futuro, y están anulando la honradez y la dignidad poco a poco, muy despacio, para que no nos demos cuenta.
Ya no quedan cauces por los cuales el ciudadano pueda participar en las decisiones de su comunidad. Las personas de hoy hemos pasado a ser, lo que ayer fueron nuestros padres y abuelos: gente sin derecho a hablar, a manifestarse, a tener opinión.
Les quedan pocas cosas por derogar, eliminar, vender, cambiar... los estamos dejando... ellos están ganando.
Mientras nosotros pasamos hambre, ellos viven como siempre o mejor.
Mientras nosotros pagamos, ellos siguen defendiendo a los delincuentes y sus
fortunas.
Mientras nosotros lloramos, ellos se sienten satisfechos del trabajo bien hecho.
Mientras nosotros esperamos que todo esto sea un mal sueño y acabe pronto, ellos siguen avanzando y reconquistando sus privilegios.
Mientras nosotros asistimos incrédulos a sus palabras, ellos se alegran de que seamos tan tontos y maleables.
Mientras ellos temen la fuerza de nuestra reacción, nosotros no confiamos en nuestra fuerza y en nuestra razón.
Somos nosotros los que podemos y debemos echarlos a las cunetas de la deshonra pública. Y olvidarlos allí para toda la eternidad. Ocultos tras toneladas de desprecio y deshonor.
Mientras nosotros lloramos, ellos se sienten satisfechos del trabajo bien hecho.
Mientras nosotros esperamos que todo esto sea un mal sueño y acabe pronto, ellos siguen avanzando y reconquistando sus privilegios.
Mientras nosotros asistimos incrédulos a sus palabras, ellos se alegran de que seamos tan tontos y maleables.
Mientras ellos temen la fuerza de nuestra reacción, nosotros no confiamos en nuestra fuerza y en nuestra razón.
Somos nosotros los que podemos y debemos echarlos a las cunetas de la deshonra pública. Y olvidarlos allí para toda la eternidad. Ocultos tras toneladas de desprecio y deshonor.
No permitamos que nos sigan masacrando.
No permitamos por más tiempo, que nuestros hijos pasen hambre, que nuestros enfermos sean sentenciados, que nuestro esfuerzo y trabajo lo disfruten los que nos están esclavizando.
No permitamos por más tiempo, que nuestros hijos pasen hambre, que nuestros enfermos sean sentenciados, que nuestro esfuerzo y trabajo lo disfruten los que nos están esclavizando.
En un día como hoy, han elogiado una Constitución que, casi
al completo, la están incumpliendo.
Son hipócritas, como los franquistas.
Son mentirosos, como los franquistas.
Son déspotas, como los franquistas.
Son, franquistas...
¿Queremos vivir en una dictadura?
Cuando la mayoría acabe dándose cuenta y quiera contestar a esa pregunta, ellos habrán conseguido su objetivo.
La desobediencia es nuestro siguiente paso. Aunque nos pidan el carnet, aunque nos amenacen, aunque nos denuncien, aunque nos detengan. Porque somos muchos más que ellos y porque tenemos un futuro que defender.
Son hipócritas, como los franquistas.
Son mentirosos, como los franquistas.
Son déspotas, como los franquistas.
Son, franquistas...
¿Queremos vivir en una dictadura?
Cuando la mayoría acabe dándose cuenta y quiera contestar a esa pregunta, ellos habrán conseguido su objetivo.
La desobediencia es nuestro siguiente paso. Aunque nos pidan el carnet, aunque nos amenacen, aunque nos denuncien, aunque nos detengan. Porque somos muchos más que ellos y porque tenemos un futuro que defender.
El miedo no debe cerrar las puertas de la razón, de la justicia, de la
dignidad, de la sensatez.
Lo que estamos viviendo no es una broma, ni siquiera una contrariedad, es un ataque frontal a la Libertad, y una ofensa inaceptable a España y a todos los españoles.
Lo que estamos viviendo no es una broma, ni siquiera una contrariedad, es un ataque frontal a la Libertad, y una ofensa inaceptable a España y a todos los españoles.
Queralt Berga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario